De la conquista podemos decir que no se ha producido jamás por la fuerza y la imposición brutal, pues no dura una conquista de esta naturaleza. La conquista, lo mismo que el poder de imposición, ha de aportar, cosa esencial en toda sociedad humana, algún beneficio consigo, o bien los hombres con toda su fuerza la rechazarán.
(1795-1881) Historiador, pensador y ensayista inglés.
Los países que se encuentran en medio de cruces entre continentes suelen ser problemáticos a la hora de establecer sus orígenes ya que por sus fronteras suelen pasar o establecerse otras culturas, generalmente muy dispares. Si partimos desde el punto de vista estratégico y geográfico, Bulgaria, junto a otros países de la zona balcánica, es una de las puertas más fáciles de acceso para penetrar desde Oriente en el corazón de la rica y codiciada Europa. Por tanto podemos decir que desde el punto de vista étnico y geoestratégico, la región balcánica es, junto al territorio de la antigua URSS, la región más compleja de Europa y un caramelo delicioso para las puntas invasoras orientales.
Si nos basamos en la geoestrategia podemos deducir que para entrar en Europa desde Oriente sólo existen 3 pasos básicamente posibles, es decir, atravesando la gigantesca Siberia y Rusia, entrando por la temible y belicosa Turquía, o navegando por las corrientes mediterráneas. Por cuestiones de logística militar, abastecimientos, táctica y estrategia, las tres entradas resultan muy complejas, cual de ellas más peligrosa o costosa, hecho que a veces no ha hecho dudar a más de uno.
Penetrar a Europa por Rusia es una auténtica peripecia ya que de entrada representa enfrentarse a dos potentes generales naturales, la extensión de territorio y el clima. Cruzar Siberia y luego Rusia es un osadia que requiere de una destreza y previsión fuera de lo común. El invierno ruso, también llamado "General Invierno", es un temible obstáculo para los ejércitos no habituados a esos climas extremos. El invierno ruso dura cinco meses, de noviembre al final de marzo y es conocido por sus bajas temperaturas y dificultades de los terrenos que afectan a todos los medios de transporte (ver la famosa rasputitsa (1).
A pesar de ello, el invierno ruso nunca ha sido el factor decisivo que ha detenido a los invasores de Rusia; hay más mito que lógica en ello. Factores como la pericia militar rusa, la fortaleza de su ejército (el mayor del mundo en la Segunda Guerra Mundial) y un fuerte nacionalismo sobrealimentado como consecuencia de los numerosos intentos por invadir el país, han sido aliados determinantes para que los rusos vencieran todo tipo de ocupación extranjera. Un ejemplo clásico de este argumento, es que los Hunos (Atila) y los Mongoles (Gengis Kan), que en sus tiempos invadieron el país, provenían de estepas parecidas con inviernos aún más crudos, donde aprendieron a usar los lagos, pantanos y ríos congelados como vías de comunicación y a convertir las fortalezas naturales del enemigo en propias. Los pueblos bárbaros son los únicos que por estrategia y pericia táctica pudieron invadir Europa cruzando Siberia y Rusia; eran grandes conocedores de las duras tundras asiáticas.
Entrar a Europa por Turquía supone una verdadera hazaña militar ya que debido a su posición estratégica, a medio camino entre Europa y Asia así como entre tres mares, Turquía ha sido siempre una encrucijada histórica y de choque entre culturas y civilizaciones orientales y occidentales, siendo al mismo tiempo hogar de distintas grandes civilizaciones y lugar sangriento de múltiples enfrentamientos y carnicerías. Cualquier cultura ajena que quisiera iniciar su incursión europea por Turquía tendría que enfrentarse primero a su poderoso ejército cuya terrible fama ha quedado bien reflejada en los anales de la Historia.
Entrar a Europa vía Mediterráneo era impensable para cualquier cultura venida del Oriente central, a excepción de los propios turcos (a un paso de Europa por los Balcanes) cuya fuerza naval era tan gigantesca que solo por su tamaño y ferocidad era temida en el mundo entero. No me imagino pues a pueblos asiáticos centrales cruzando Asia a caballo para luego construir naves en tierras limítrofes al mediterráneo oriental controlado básicamente por turcos. La campaña logísticamente es impensable y increíblemente costosa, tanto económicamente como por las bajas humanas y de material, a excepción de pueblos orientales como sirios, chipriotas o árabes que, por cercanía al Mediterráneo, tenían una mejor accesibilidad a Europa por la disminución de riesgos.
No hay pues manera fácil de penetrar a Europa desde Oriente, sobre todo desde su parte más central y extrema, a excepción de los propios turcos ya que para ellos ir a Europa es como una excursión, con tan solo cruzar el Bósforo o el estrecho de Dardanélos ya están en Europa y fácilmente controlando los Balcanes, un enclave top para una posterior invasión a Europa. Desde allí incluso pueden controlar hasta el Mediterráneo.Y así lo hicieron históricamente. Los Otomanos controlaron Bulgaria mas 4 siglos y se adueñaron de toda esa zona lo que les permitió extender su cultura e invadir el resto de Europa (imperio otomano) hasta que rusos y europeos los hicieron regresar a sus tierras de orígen. De la misma manera, pero a la inversa, Rusia, Alemania, Austria-Hungría, querían poseer la zona balcánica como freno estratégico de posibles entradas invasoras desde Oriente y como plataforma táctica para los aires europeos de conquista hacia Oriente.
Por tanto los Balcanes siempre han sido un polvorín de cruces y etnias que a fecha de hoy ha quedado desmembrado como zona dando lugar a multitud de estados independientes. Por tanto puedo decir que históricamente hablando la península balcánica ha sido la zona enferma de Europa. La intrincada mezcla de pueblos, etnias, religiones y tradiciones en un mismo espacio, y las feroces luchas que han desatado entre sí, hechos que han facilitado la fama de que los Balcanes es una zona ingobernable, que sus pueblos tienden al enfrentamiento sectario y al veneno chovinista, y que sólo los países avanzados del capitalismo, como Estados Unidos y los de la Unión Europea, son capaces de controlar.
(1) El rasputitsa (Ruso: распýтица) es un fenómeno de infiltración de agua en el suelo, constituyendo así un mar de lodo en el momento de la fundición de las nieves en primavera y en el momento de las lluvias de otoño, siendo bastante típica en regiones de Bielorrusia, del oeste de Rusia y Ucrania. La palabra puede ser traducida como "La estación de fango" y se aplica tanto a la estación (otoño rasputitsa o primavera rasputitsa), como también al estado de los caminos, particularmente afectados por éste fenómeno, ya que los que no se encuentran pavimentados, se hacen muy difíciles tanto de usar como de cruzar. El rasputitsa desempeñó un papel crucial durante las diferentes guerras en Rusia, particularmente en la Segunda Guerra Mundial donde la Blitzkrieg fue casi detenida por el lodo, haciendo los tanques más poderosos, prácticamente inutilizables.
KarlFM.-
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