Antes de que los eslavos se asentaran en las actuales tierras búlgaras, se habían sucedido en ellas distintas civilizaciones. De la época del bronce datan los primeros ejemplos de la rica cultura material de los Tracios, que llegó a su culmen entre los siglos VI-II a. C. En el periodo I a. C.-I d.C. el Imperio Romano invadió los territorios y los trató de provincias propias hasta 395, cuando, a su vez, Bizancio los incluyó en sus límites.
En el siglo VI empezó la gran irrupción de los Eslavos, unas tribus de etnia y lenguas indoeuropeas, originarias de la región entre la cordillera de los Cárpatos, el mar Báltico y los ríos Oder, Dniéper y Dniéster. En el siglo VI, de Asia Central llegaron también los Proto-búlgaros, un pueblo de procedencia turco-altáica, como los hunos, los jázaros o los ávaros. En el 679, los búlgaros o "proto búlgaros", una feroz tribu dirigida por khanes (jefes) y boyars (nobles), cruzaron el río Danubio después de una larga emigración que les llevó a Europa desde sus tierras de origen, situadas entre los montes Urales y el Vólga.
Siendo un cruce de civilizaciones desde épocas remotas (los yacimientos
arqueológicos datan de antes de 4600 AC.), Bulgaria fue reconocida como
estado independiente en el año 681, conviertiéndose en uno los pocos
estados independientes en Europa de su tiempo. El primer estado búlgaro surgió en 681 como consecuencia no de una conquista, sino de un acuerdo y una fusión de los eslavos con los proto-búlgaros, que se aliaron para protegerse de los bizantinos. Inicialmente, los proto-búlgaros fueron los que asumieron los más altos cargos políticos y militares, por eso, aunque su lengua y su tipo racial se haya perdido completamente en el mayoritario componente eslavo del país, su nombre ha seguido en los siglos en el topónimo Bulgaria.
En conscuencia, el primer gobernante de Bulgaria fue el khan Asparuh, hijo de Kubrat (legendario khan que vivió en la actual Rusia); Asparuh fundó la primera capital búlgara en la ciudad de Pliska. El nuevo estado consistía una mezcla étnica entre las tribus nativas de los tracios, las tribus eslavas que se asentaron en la zona en el ciglo 5 DC y los proto-búlgaros. Cada etnia contribuyó de modo diferente a la formación de la nación búlgara. Los tracios -muchos de ellos asimilados durante las invasiones helénicas- dejaron topónimos, ritos paganos y creencias populares. Unos de los hallazgos arqueológicos más importantes y algunos de los tesoros en oro de mayor valor artístico en Europa pertenecen a su civilización. Los eslavos vienieron de los territorios actuales de Polonia, formando así la rama sureña de la familia eslava. Eran el grupo más numeroso y aportaron el aspecto físico predominante y el idioma de los búlgaros group. Los proto-búlgaros, prevenientes del Mar Caspio, según algunos historiadores, o del Kashmir, según otros, impusieron su sistema político y militar en la gobernación del estado y por supuesto, su nombre.
Asparuh, apodado el Jinete Blanco, fue el primer khan búlgaro. Sus sucesores, el khan Térvel y, luego, el khan Krum, no sólo emanciparon completamente sus territorios del Imperio Bizantino, sino extendieron notablemente el poder de Bulgaria en Europa llegando a construir el Primer Imperio Búlgaro. En el siglo IX el país ya lindaba al oeste con el imperio de Carlos I el Grande.
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