Bulgaria es una país lleno de
tradiciones antiguas, remotas en los tiempos, cuando eran un cúmulo de tribus
provinientes de Asia entre otras regiones. Quizás la manifestación más
espectacular y más antigua de la cultura popular búlgara son las procesiones de
Kukeri. Las máscaras dramáticas y los trajes enormes reflejan una tradición
antigua de la naturaleza que honra los ciclos de la vida, de la muerte y del
renacimiento, asi como la eterna lucha del bien y el mal. Los hombres se visten
con trajes increíbles hechos a menudo de totems de amimal: la oveja, el carnero
y el buey. Llevan colgados enormes cencerros para crear una atmósfera sonora
que ahuyenta cualquier demonio cercano. Las danzas son primigenias y evocan
ritos ancestrales del más antiguo pasado búlgaro.
Según se cree el Kukeri tiene sus
orígenes en los legendarios Tracios. El significado esotérico del KUKERI es un
rezo al dios de la vegetación junto con rituales mágicos para obtener una
influencia comprensiva sobre la naturaleza y llegar a una buena fecundación que
de buenos frutos; para ello los integrantes usan la energía de las danzas
fálicas realizadas dentro de ritos orgiasticos, mezclados así, con el acto
final del sembrado y el arado con el fin de aumentar fertilidad. Parece ser que
al final del siglo diecinueveavo la importancia del Kukeri era tan considerable
que las luchas entre dos diversos clanes de Kukeri de aldeas vecinas dieron
lugar a menudo a asesinatos verdaderos. Gracias a los dioses esto ya no pas hoy
en dia y no deja de ser unos de los Festivales más enigmáticos de Bulgaria.